A partir de 1847, llegó a San Pedro una corriente inmigratoria de irlandeses que ante el reiterado fracaso de sus cosechas, vinieron a la República Argentina en procura de mejor destino.
Por 1869 había en el Distrito alrededor de sesenta Estancias, entre las cuales ya figuraban las de John Harrington, Tomas Weeler, Tomás Fallon y Lucas Doyle.
Era el tiempo en que el grueso de los irlandeses se estableció en San Pedro dando origen a numerosas y caracterizadas familias que engalanan la historia de esta Patria chica. Sus descendientes perduran hasta nuestros días, como en el caso de Don Lucas Mario Doyle que continúa al frente de la Estancia Santa Catalina, que fundara su familia por aquellos años.