Sampedrinos ilustres
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Desde sus primeros tiempos, San Pedro estuvo ligado al nacer de la Patria y la actuación de sus preclaros hijos ennoblecen las páginas de la Historia. En ellas encontramos nombres ilustres cuya nómina se inicia con el Padre Feliciano Pueyrredón, gestor de la apertura de la Laguna en 1790 y además autor del primer ensayo antivariólico del país. Cuando en 1806 y 1807 se produjeron las Invasiones Inglesas, allá fueron los hijos de San Pedro para colaborar en la defensa de Buenos Aires. En 1812 resistieron el ataque de fuerzas realistas destacadas desde Montevideo, oportunidad en que el pueblo fue saqueado, robando los invasores las alhajas pertenecientes al Tesoro de Nuestra Señora del Socorro.

Fray Cayetano José Rodríguez: Hijo de San Pedro, Prócer de la Patria.

Don Diego Joseph Serapio Rodríguez y Suárez – que la naciente República registró por su nombre eclesiástico Fray Cayetano José Rodríguez – nació en San Pedro, en fecha muy próxima al 13 de noviembre de 1762, en la “Estancia La Invernada” propiedad que su padre adquiriese en remate público en el año 1749 al producirse el desmembramiento de las Estancias de la familia Gutiérrez y pasar éstas a mano de la familia Quintana Godoi.

Destacado patriota de los tiempos fundacionales de la Patria, fue además un entusiasta promotor del avance cultural del país y educador de trayectoria. Cursó los estudios primarios en el Colegio del Convento de los Padres Franciscanos en San Pedro y, luego de bachillerarse, ingresó a la Orden Franciscana, en calidad de novicio cuando tenía dieciséis años, recibiendo las Órdenes sacerdotales en Córdoba en 1778.

En la Universidad de Córdoba, tuvo a su cargo las Cátedras de Teología y Filosofía, entre los años 1783 y 1790; sus lecciones se conservan en varios códices que contienen “La Lógica, la Física General y la Física Particular.”

En 1790, regresó a Buenos Aires, dedicándose a la enseñanza de Teología, Filosofía, Hermenéutica y Física en el Convento Franciscano de la Capital del Virreinato. En 1796, dictó un curso de Lógica del cual se conservan copias escritas en el Convento de San Francisco de Buenos Aires y en la ciudad de Jujuy.

En 1807, compuso un poema consagrado a la libertad de los esclavos que tomaron parte en la Defensa de Buenos Aires. En aquellos tiempos de cambios se convirtió en un decidido patriota, relacionándose estrechamente con el joven Mariano Moreno; fue su maestro y protector, apoyándolo políticamente durante su actuación pública.

En mayo de 1810, Fray Cayetano tomó parte activa de los sucesos independentistas; por iniciativa del Dr. Mariano Moreno – por esa época Secretario de la Primera Junta de Gobierno – el 24 de septiembre de 1810 fue nombrado Director de la Biblioteca Pública de Buenos Aires (actual Biblioteca Nacional) recientemente creada por Decreto del Gobierno, cargo que desempeñó hasta 1814.

En 1811, fue designado Ministro Provincial; en 1812 comenzó su actuación política, como Vocal de la Asamblea, que fue disuelta casi de inmediato por influencia de Bernardino Rivadavia. Elegido Diputado a la Asamblea General Constituyente de 1813, se desempeñó como Redactor de su Diario de Sesiones denominado “Redactor de la Asamblea”, hasta la disolución de la misma, en el año 1815.

Enviado como Diputado por Buenos Aires al Congreso de Tucumán, fue nombrado Secretario y además Redactor del Diario de Sesiones del Congreso, registrando sus disposiciones – aunque no es cierta la tradición que indica que de su pluma es la redacción del Acta de la Declaración de la Independencia nacional, que suscribió en su calidad de representante por Buenos Aires. Presentó en el Congreso una moción para que se procediese al nombramiento de una Comisión encargada de la preparación del Proyecto de Constitución para el nuevo País independiente, participando en forma entusiasta en las deliberaciones de aquel histórico Congreso.

Escribió excelente poesía, siendo el autor del Primer Himno Nacional de 1812. Bien conocidas fueron sus Odas en honor de Alvear, del Cruce de los Andes, de la Victoria de Chacabuco como también sus poemas patrióticos más extensos dedicados a Mariano Moreno y a José de San Martín a los que se les puso música. Famoso por su elocuencia, fue elegido para hacer el panegírico en el funeral del General Manuel Belgrano, realizado al año del fallecimiento del Creador de la Bandera. Fray Cayetano José Rodríguez defendió fervientemente los derechos de la Iglesia contra el secularismo de Rivadavia y sus reformas eclesiásticas, a principios de la década de 1820. Las discutió vigorosamente con los editores y escritores del Argos quienes defendían la posición del gobierno en el periódico El Centinela.

Fundó para ello en 1822 El “Oficial del Día”, medio desde el cual sostuvo las ideas de la Iglesia frente a las reformas impulsadas por Rivadavia, con quien Fray Cayetano no coincidió nunca. Cuando se promulgó la Ley se retiró de la vida pública, dedicándose a sus deberes religiosos. Falleció en el Convento Franciscano de Buenos Aires el 21 de enero de 1823, a los sesenta y dos años de edad. San Pedro le rinde justo y permanente homenaje; desde el año 1903 su estatua de bronce ubicada sobre elevado pedestal en la Plaza que lleva su nombre, perpetúa la memora y el ejemplo de este patriota sampedrino.

Fray José María Bottaro

En el orden eclesiástico se destacó Fray José María Bottaro – Rafael Servando Bottaro – distinguido hijo de San Pedro nacido el 24 de octubre de 1859. Ingresó a la Orden Franciscana a los 18 años de edad, ordenándose sacerdote el 25 de septiembre de 1896.

Fue guardián de los Conventos de la Orden situados en Buenos Aires y Santa Fe y Ministro Provincial durante varios períodos, Comisario de Tierra Santa en el Paraguay, Rector de la Tercera Orden. Elevado por la Santa Sede a la dignidad de Metropolitano de la Arquidiócesis de Buenos Aires se cumplió la imposición en la Catedral el 21 de marzo de 1927. Ejerció la enseñanza en la Cátedra de Filosofía, Teología y Derecho Canónico; dirigió el periódico “El Terciario Franciscano” después bautizado “El Plata Seráfico” y escribió varios libros, entre ellos un Catecismo eucarístico. Su fallecimiento se produjo en Buenos Aires, el 11 de mayo de 1935.

Creación de los juzgados de paz como autoridad de los pueblos del interior.

En 1821 al suprimirse los Cabildos bonaerenses y sus Alcaldías, se sustituyeron estas últimas por Juzgados de Paz siendo designado para San Pedro como primer titular Don Rosendo Villamayor, el 22 de enero de 1822.

 

 

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